ANPE Cantabria exige transparencia en la gestión de los cursos de competencia digital docente y que se corrijan los graves fallos que se han detectado en la primera edición de los mismos.
Desde hace tiempo se viene hablando del compromiso de la Administración de acreditar la Competencia Digital Docente de, al menos, el 80% de la plantilla antes de que termine 2024. Las Etapas y niveles de progresión, indicadores de logro y afirmaciones sobre el desempeño se publicaron el 16 de mayo de 2022. El 12 de julio de 2022 se publicó el Acuerdo de la Conferencia Sectorial de Educación sobre la certificación, acreditación y reconocimiento de la competencia digital docente, donde se deja en manos de cada Comunidad Autónoma la regulación de los procedimientos para la certificación, acreditación y el reconocimiento de la competencia digital docente.
Otras comunidades autónomas de nuestro entorno ya han regulado este proceso, y han articulado todas las vías que establece el acuerdo de la Conferencia Sectorial al respecto. Sin embargo, en Cantabria la Consejería de Educación no ha hecho los deberes: la normativa al respecto está todavía sin elaborar. Recientemente la Consejería ha sacado a información pública un proyecto de orden que regulará este procedimiento, pero en el momento actual ni siquiera existe un texto para debatir...
Sin embargo, por otro lado, la propia Consejería de Educación en lugar de regular todo el procedimiento para activar todas las vías de acreditación de la competencia digital que el acuerdo marco establece, ha optado por organizar un curso de formación prácticamente obligatorio para el profesorado, que ha causado mucho malestar entre los docentes por las formas, el momento y las características del mismo.
Dicho curso fue anunciado de un día para otro, transmitiendo la idea de que todo el profesorado debía realizarlo de forma obligatoria, y precisamente fue convocado en un momento en el que el profesorado en su conjunto está saturado de trabajo por una burocracia asfixiante que está estrangulando la función docente. A este curso se han matriculado 8145 docentes de una plantilla cercana a los 9000 trabajadores. ANPE Cantabria ha solicitado datos a la Consejería sobre el costo total de este curso, así como un desglose del número de participantes en los diferentes niveles de acreditación (A1, A2 y B1), pero hasta el momento no hemos recibido respuesta a ninguna de nuestras preguntas.
ANPE ha pedido en múltiples ocasiones a la Consejería que se regule este aspecto, previa negociación con los representantes de los trabajadores (ya que afecta a las condiciones de trabajo), sin que hasta el momento se haya avanzado en este aspecto. Solamente hemos tenido la opción de transmitir nuestras quejas en reuniones informativas, que no son en absoluto un proceso de negociación normalizado.
En dichas reuniones se ha transmitido a la Dirección General de Innovación e Inspección Educativa las quejas del profesorado sobre el citado curso de formación: mala calidad de los contenidos, poca claridad en las condiciones para la superación del mismo, mal funcionamiento de la plataforma de gestión, y carecer de una evaluación formativa real. Además ANPE Cantabria ha solicitado que, si se trata de un curso de formación obligatoria, se aclare debidamente y sea organizado en horario lectivo, y no fuera de la jornada laboral.
ANPE Cantabria considera inaceptable que la organización de un curso de esta importancia se haya hecho de esta forma, externalizado mediante una empresa privada, en lugar de realizarlo a través de los Centros de Formación del Profesorado, organismos públicos que cuentan con personal docente altamente cualificado y formado en este sector y en muchos otros relacionados con la práctica educativa.
Además de transmitir las quejas detectadas entre el profesorado, ANPE Cantabria ha transmitido una serie de propuestas de mejora para las futuras ediciones del curso, entre las que podemos destacar las siguientes:
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Clarificar los itinerarios de acreditación de la competencia digital docente.
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Conocer la formación académica y docente que permite acreditarse de forma alternativa y cuáles son las fechas válidas para de esta formación.
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Convalidación y acuerdos con otras entidades que realizan formación permanente del profesorado.
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Con respecto al curso en sí, se ha solicitado recibir retroalimentación al cumplimentar los cuestionarios para que la evaluación sea formativa, y no solo calificativa. En este momento los docentes que lo realizan solo saben si han superado o no los cuestionarios, pero no pueden saber las preguntas correctas o incorrectas. Esto va en contra de cualquier criterio pedagógico formativo.
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Poder optar a recuperar los módulos que no se tengan superados.
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Permitir completar la competencia digital de los módulos no superados a través de los contenidos superados realizados en otros cursos de formación.
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Clarificar períodos y sistemas de evaluación del Servicio de Inspección Educativa de los contenidos propios del nivel B2.
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Realizar el estudio de las áreas a través del registro de formación para identificar con el mapeo de cursos los módulos superados por cada docente.
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Que exista dentro del área personal de Yedra un informe que detalle el nivel de competencia y módulos superados por cada docente.