ANPE Cantabria ha presentado esta mañana, en rueda de prensa, su Informe anual del Defensor del Profesor en Cantabria - Curso 2020-2021, que se transcribe a continuación.
EL INFORME DE EL DEFENSOR DEL PROFESOR de ANPE 2020-2021
El último informe del servicio El Defensor del Profesor de ANPE correspondiente al curso 2020/2021 muestra una preocupante estabilización y aumento en algunos indicadores (aumento de agresiones a profesores, condiciones agresivas entre alumnos, y agresión física a los docentes por parte de las familias) con respecto al curso anterior en el número de casos de acoso y violencia hacia los docentes.
83 compañeros han sido atendidos por ANPECANTABRIA desde la creación del servicio de El Defensor del Profesor. De ellos, 10 docentes fueron atendidos pese a que, durante el curso 20-21, las medidas de seguridad frente al COVID exigían distanciamiento social.
Lo que nos indica que las situaciones de conflictividad están lejos de erradicarse en los centros escolares.
Como cada año, El Defensor del Profesor hace públicos los datos más significativos de las intervenciones realizadas con los docentes de diferentes comunidades autónomas en relación con la situación de convivencia escolar.
Este recurso, exclusivo del sindicato ANPE, es un servicio de atención inmediata y gratuita para docentes víctimas de situaciones de conflictividad y violencia en las aulas. Se puso en marcha en el año 2005 como primera medida de apoyo ante la indefensión del profesorado y como llamada de atención sobre la problemática de la violencia escolar. Es un servicio abierto a todos los docentes, operativo en todas las comunidades autónomas, así como en Ceuta y Melilla, con el objetivo de favorecer la atención personalizada ante la solicitud de ayuda.
Concretando en las actuaciones realizadas por El Defensor del Profesor en el curso 2020/2021:
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5 casos corresponden a profesorado de Primaria,
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4 casos a Educación Secundaria,
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1 caso a Formación profesional,
Esto supone un aumento del número de casos entre el profesorado de Primaria y disminución en Secundaria con respecto al curso anterior.
En cuanto a la tipología de los casos atendidos, se distinguen los correspondientes a:
Problemas con alumnado (5 casos en total) desglosados de la siguiente manera:
Dar clase |
4 casos |
Condiciones agresivas entre alumnos |
2 casos |
Agresión de Alumnos a profesores |
3 casos |
Faltas respeto |
2 casos |
Acoso |
1 casos |
Amenaza |
2 casos |
Problemas con familias (5 casos en total) desglosados de la siguiente manera:
Agresión física al profesor |
1 |
Acoso |
1 |
Denuncias en el centro / inspección |
2 |
3 casos se corresponden con otros motivos, en los que se mezclan conjuntamente casos relacionados con el entorno laboral, administración y alumnos-padres.
Se puede destacar entre ellos la presión para modificar notas e informes, problemas para dar clase, faltas de respeto por parte de alumnos y familias, además del uso inadecuado de las nuevas tecnologías como herramienta de acoso.
El repunte de casos se produce en fechas cercanas a las sesiones de evaluación, curiosamente en fechas cercanas a las semanas de descanso, mostrando el estrés al que están sometidos los docentes al cabo de cada bimestre escolar.
Las consecuencias de todas estas situaciones son:
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9 de los casos presentan ansiedad.
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3 de los casos causan baja médica.
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2 de los casos han comunicado su intención de denunciar ante las autoridades.
Actuaciones:
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Asesoramiento global en la totalidad de los casos
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De ellos 5 de los casos son atendidos por el servicio jurídico de ANPE
Todo esto conlleva un deterioro de la salud mental de los docentes.
Estos datos trascienden al propio docente puesto que un profesor con estado emocional alterado, además del sufrimiento personal que debe soportar, reduce significativamente su rendimiento profesional, lo que disminuye la calidad de la educación. En este sentido las bajas laborales generan un coste para la administración y una modificación de la propuesta pedagógica para los alumnos. El daño lo producen unos pocos y, sin embargo, las consecuencias se extienden hacia toda la comunidad educativa y en especial al alumnado con el que interactúa el profesor agredido.
Desde el sindicato ANPE y del Servicio del Defensor del Profesor nos preocupa la problemática que existe en los centros escolares con respecto a la creciente situación de acoso y violencia que se da entre los alumnos y con especial relevancia al ciberbullying que se produce entre ellos. Esta cuestión preocupa mucho en los centros educativos ya que afecta a la convivencia y es por esto por lo que solicitamos a la Administración que actualice los Decretos de convivencia con medidas organizativas que corrijan estas situaciones.
Desde su puesta en marcha se ha venido demostrando la necesidad de un servicio de estas características. Las cifras, en este tiempo, hablan de casi 83 casos atendidos en Cantabria, lo que no deja de ser una exigua cantidad en relación con los casos reales. Se trata de docentes, fundamentalmente de la enseñanza pública, que en algún momento de su actividad laboral han sufrido actos contra su persona incompatibles con la convivencia escolar e inaceptables en una profesión de este calado social.
ANPE, sindicato exclusivo de la enseñanza pública, considera prioritario el establecimiento de unas normas claras que regulen la convivencia escolar en los diferentes centros educativos y que favorezcan una verdadera interiorización de valores, actitudes y normas en los alumnos y en el conjunto de la sociedad.
Tras el análisis y valoración de los datos recogidos en el estudio realizado, junto con la experiencia acumulada en los últimos años, ANPE y El Defensor del Profesor reiteran la necesidad de elaboración de un Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar que debería contar, entre otros, con los siguientes apartados:
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La ineludible obligación de los equipos directivos, ante el conocimiento de un hecho que pudiera ser constitutivo de delito, de informar a la Consejería de Educación, así como al Ministerio Fiscal.
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La aceleración de los protocolos de protección a las víctimas y un plan de detección precoz de los problemas de convivencia en los centros educativos.
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Actualización y cumplimiento de los Decretos de convivencia, así como las Planes de convivencia y los Reglamentos de los centros.
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Aceleración de protocolos de actuación ante agresiones al personal docente de los centros sostenidos con fondos públicos.
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Un plan específico de formación del profesorado para la prevención y detección de conflictos relacionados con la convivencia escolar.
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Reconocimiento de la ansiedad, la depresión y el estrés como enfermedades profesionales de los docentes siempre que se deriven de situaciones de acoso, estableciendo estas situaciones como accidentes laborales.
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Compromiso por parte de la administración para el tratamiento rehabilitador y educativo de los alumnos agresores.
Este Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar debe ser liderado y coordinado por el Ministerio de Educación, partiendo del seno de la Mesa Sectorial de Educación.
Es necesario que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la situación de conflictividad que se vive en las aulas, y la administración educativa debe ser cada vez más consciente de que la convivencia escolar es un elemento de primer orden para el buen funcionamiento de la comunidad educativa.
ANPE renueva su compromiso de seguir trabajando en apoyo a los docentes que pasan por situaciones de acoso e intimidación en sus puestos de trabajo, así como su intención de mejorar la consideración social de los docentes, hacer llegar a la opinión pública el día a día de los centros educativos y poner a la Educación, y a sus profesionales, en el puesto que realmente se merecen.