El Secretariado Autonómico del Sindicato Independiente ANPE Cantabria, reunido en sesión urgente en la tarde hoy ha decidido exigir a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria, el cierre de los centros educativos de la localidad, mientras dure la situación de confinamiento a la que están sometidos sus habitantes.
La situación epidemiológica de la villa de Santoña y el duro confinamiento decretado recientemente, a juicio del sindicato, hace insostenible la decisión del Gobierno de Cantabria de comenzar el curso con normalidad la próxima semana (día 7 para los colegios, y día 10 para el resto de enseñanzas). De abrirse los centros educativos, se estaría poniendo en un riesgo innecesario a los alumnos y a los trabajadores de los centros educativos, obligándoles a permanecer varias horas diarias en grupos de hasta treinta personas, mientras se prohíben el resto de actividades colectivas y se prohíben las reuniones de más de 10 personas. Se trata de una doble vara de medir, que resulta difícil entender.
Por otro lado, la apertura de los centros y el inicio normal del curso escolar, además de poner en riesgo a todos los miembros de la comunidad educativa, podría contribuir a la dispersión de la infección, por los obligados desplazamientos, uso del transporte colectivo, traslados de los trabajadores desde sus localidades de residencia,... amén de romper el confinamiento para acudir a los centros educativos.
ANPE Cantabria entiende que retrasar unos pocos días el inicio del curso escolar, sería una medida que beneficiaría a todos los miembros de la comunidad educativa, y a todos los vecinos de la localidad. El Sindicato desea también mostrar su apoyo a los claustros de los centros educativos implicados, que han mostrado su extrema preocupación por esta situación, y su intención de demorar el inicio del curso.
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