En marzo de 2021 se inició la vacunación del personal de los centros educativos; se nos incluyó en los grupos “prioritarios” 6B y 6C de la estrategia de vacunación, al considerar el Gobierno que el personal de los centros educativos son trabajadores esenciales. Se vacunó a gran parte de los docentes, sin posibilidad de elección, con el preparado de AstraZeneca. Tras sucesivas paralizaciones y cambios de criterios de edad, por todos conocidos, parece que se retoma, muy lentamente, el proceso de inmunización del personal de los centros educativos.
Sin embargo, existe en este proceso una falta notable de transparencia, y una desorganización que raya el absurdo. Mientras en unos centros de vacunación se está citando, para vacunar estos días, a quienes quedaron sin recibir su primera dosis (unas 3000 personas), en otros “no se prevé vacunar a docentes estas semanas”.
Quienes recibieron la primera dosis de AstraZeneca, deberían recibir la segunda trascurridas 10 semanas, para completar su inmunización correctamente. Sin embargo, se está informando a los centros educativos de que la segunda dosis no se pondrá antes de 16 semanas. Hay vacunas, hay personas que desean completar su pauta… pero una decisión, burocrática e inexplicable, lo impide.
Entendemos que puede haber retraso en la vacunación como consecuencia de las dificultades motivadas por el ajuste por franjas de edad de cada tipo de vacuna, pero no comprendemos por qué se ha optado por no continuar con el colectivo docente. Además, nos parece nefasta la falta de comunicación y transparencia por parte de las autoridades sanitarias y educativas hacia el profesorado.
Los docentes fueron considerados un colectivo esencial en todo momento. En la actualidad, los equipos directivos y el resto de las plantillas están haciendo un trabajo encomiable para evitar que se produzcan contagios en los centros, en la medida de lo posible. Pero debemos recordar que los docentes están cada día con un elevado número de personas, entre alumnos y resto de compañeros. Hemos respetado en todo momento los criterios sanitarios porque nosotros no somos expertos en la materia, pero echamos en falta un poco de empatía y comunicación.
ANPE Cantabria exige que, como trabajadores esenciales, se complete de forma urgente la inmuzación de los trabajadores de los centros educativos.